Cuando
una exposición no te deja indiferente.
Otro
año más, llega la exposición, repito, la exposición. World Press
Photo llega a Madrid y me vuelve a dejar sin palabras.
Una
exposición que da igual si eres amante de la fotografía o no, te encuentras en aquella
sala tan llena, llena de personas, miradas, historias, momentos…momentos que
aunque no queramos reflejan el hoy y el ayer y aunque me cueste escribirlo
pensarlo, supongo que también el mañana, por lo menos, el mañana más próximo.
La
inmersión que todos y cada uno de los fotógrafos consiguen es el mayor regalo
que pueden hacer a los que nuestras pupilas fijamos para no perdernos detalle. Momentos retratados con tal veracidad que te
crujen los huesos, te encogen el alma, y deseas cambiarte de mundo cambiar
el mundo.
Me
resulta imposible no sentarme en el bus de vuelta a casa y con mirada perdida
reflexionar sobre todo lo visto. Lo ajeno que vivimos a la realidad, la valentía del que carga esa cámara, lo
ignorante que te sientes por tus pequeñeces de agobios y preocupaciones, la
impotencia por ser tan frágiles y minúsculos.
No
más conclusiones que hacer lo que esté en tu mano, por poco que sea, para
intentar mejorar este lugar. Y agradecer, agradecer siempre que aquellas
imágenes, hasta ahora, son el contacto más cercano que has tenido con esas
realidades.
De momento, cambiaré mi realidad por nuestra realidad.
Disfrutad
vuestro momento exposición y si habéis estado… ¿Qué os ha parecido?
¡Millones
de gracias por compartir este momento!:-)